
Mis juegos
infantiles nada tenían que ver con carros, pelotas y bates, futbol ni ningún
otro juego que usualmente juegan los varoncitos. Mi juego predilecto era ser el
Maestro. Ese era el juego mas apasionante y divertido que existiera para mi.
Era como una experiencia orgásmica simular que yo era el maestro; y me pasaba
dos o tres horas ensenando a unos alumnos que, por supuesto, no existían, sino
solo en la profundidad mi de imaginación. A veces hasta ni comia por jugar a
ser el maestro.
Mi primer
pizarrón, que me lo hizo mi mama, consistía en una plana de zing plana y
cuadrada; pintada con pintura de aceite color negro. ¡Todavia lo recuerdo tan
vívidamente! Alli yo escribia, y escribia los temas que ensañaba a mis
supuestos alumnos. Yo me sentía tan orgulloso de mi lata-pizarron porque todo lo
que allí escribia se apreciaba tan blanquito en mi negra pizarra.
Todo eso me
sirvió de mucho porque ese fue el inicio de mi amor por la enseñanza y
escitura. Como también fue lo que contribuyo a desarrollar mi imaginación e
inspiración para escribir; y mas aun, eso desarrollo la bonita ortografía que
hoy poseo y la gran capacidad de redactar con la que cuento, y la que he ido
optimizando a través de todos estos anos.
¡Que bonito es
decir esto! ¡Pero ahora que hago este recuento fragmentario de mi intelectual
infancia, he corroborado que muy bien se que en el fondo yo soy, básicamente,
un escritor, y también se que pasara los últimos anos de mi vida escribiendo,
en español y ahora en ingles también.
Yo pienso que
escribir es, en si misma, o por lo menos en mi caso particular, una
experiencia organica. Donde todos los
sentidos se activan para motorizar cada palabra u oración que se plasma en un
papel. Parecieran que las letras cobran vida propia; dejando secuelas que, en
la mayoría de las veces, son trascendental e imperecederas.
Escribir es como
penetrar en un largo e interminable túnel; pero no oscuro, sino lleno de magia
contagiante y adictiva. Momento en que solo importan le inspiración y todo
aquello que uno desea pueda ser escrito para que, posteriormente, pueda ser
leído.
Yo muchísimas
veces me he introducido en ese túnel. Aunque confieso que en oportunidades
lamento no contar con todo el tiempo necesario que se requeire para escribir.
Pero he de decir que siento una constante necesidad física, emocional y
espiritual de llevar mis ideas y pensamientos a un papel. Es decir; penetrar en
ese túnel y pasarme días enteros, meses o anos escribiendo y dando mensajes que
ayuden a engrandecer y solidificar, no solo la intelectualidad de los que leen
sino también la calidad humana y el crecimiento personal que todos deberíamos
poseer, ¡y que tanta falta hace! Escribir para que lean y leer para crecer.
¡Esa es parte de mi misión, parate de mi objetivo! Y lo continuare haciendo
hasta el dia que me muera, en español y en ingles.
Marlon/Marlife
Todos tenemos pensamientos negativos y positivos, lo importante es resaltar los positivo que sucede alrededor, es esa luz en el túnel que todos tenemos, esto es una manera de construir a ese canal en medio del túnel, donde la vida te lo retribuye de alguna manera para llenarnos de buenos sentimientos y pensamientos.
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